El primer grupo de tarjetas rasca y gana y los juegos se inventaron en 1974, pero fue en 1987 que EE. UU. emitió una patente para el sistema de lotería de tarjetas rasca y gana. Los humildes comienzos de las tarjetas rasca y gana desde cero y ganar vieron un aumento en el que los propios jugadores podían seleccionar las tarjetas. Ganaron popularidad debido a su declaración instantánea y de bajo costo de los resultados. Esta característica condujo a la creación de varios otros tipos de tarjetas.

Las tarjetas rasca y gana iniciales tienen demasiados temas.

La primera fue la introducción de temas como deportes, eventos automovilísticos, etc., en las tarjetas. Luego se organizaron y jugaron como los juegos reales como el blackjack, la ruleta, etc. Pero con el tiempo y el avance de la tecnología, hubo algunos cambios. Se podían jugar muchos juegos con una sola carta, pero las reglas que regían cada juego permanecieron inalteradas. Esta fue una complejidad que los ingenieros de software resolvieron con éxito.

Con la creciente popularidad de Internet, las cartas se pueden jugar en línea.

Los sitios web de apuestas introdujeron estas tarjetas para muchos de sus juegos y otorgaron bonos de registro para atraer a más jugadores. El atractivo era el monto del bono de registro gratuito o las tarjetas gratuitas que se emitían para que algunos juegos fueran gratuitos para los principiantes. Los jugadores se volvieron igualmente expertos en tecnología al usar la información disponible en la red para verificar qué cartas ya habían ganado premios y qué cartas aún tienen premios por ganar. Esto determina la continuación del juego por parte de los jugadores. Los sitios web legítimos ofrecen esta información para probar su autenticidad y atraer a más jugadores. Esto también significa que los jugadores compran solo aquellas cartas en las que aún no se ha ganado el premio mayor y existe la posibilidad de ganar el efectivo.

Las tarjetas han evolucionado con la evolución de la tecnología. Las cartas básicas son muy sofisticadas y avanzadas. Con más y más avances tecnológicos, solo se puede adivinar cuánto más sofisticadas serán las tarjetas.